Ya no necesitas pescado crudo ni ingredientes exóticos para preparar tus propios nigiris, makis o uramakis en casa. Con una lata de ventresca, sardinas o bonito, puedes montar un bocado sabroso, original y con todo el sabor del mar… sin complicaciones.
Porque el sushi no es solo técnica: es producto, equilibrio y un poco de atrevimiento.
Conservas que funcionan:
Ventresca: suave, jugosa, perfecta para nigiris o para coronar un uramaki con un toque de mayonesa japonesa y cebollino.
Bonito: ideal para mezclas. Úsalo con aguacate o pepino para un maki fresco y sabroso.
Sardinas: sí, también. Su intensidad encaja genial en rolls con arroz y alga nori, contrastando con vegetales crujientes o un toque de encurtido.
Tres ideas fáciles de sushi sin pescado crudo
1. Nigiri de ventresca con toque cítrico
Forma una pequeña bola de arroz, coloca encima un trozo de ventresca escurrida y añade unas gotas de zumo de lima o ralladura de yuzu. Finaliza con un toque de cebollino picado o unas semillas de sésamo.
2. Maki de bonito y aguacate
Extiende arroz de sushi sobre alga nori, coloca tiras de aguacate y bonito, enrolla y corta en porciones. Puedes añadir un poco de mayonesa ligera para darle cremosidad.
3. Uramaki de sardinas y pepinillo
Haz un uramaki invertido (con el arroz por fuera), rellénalo con sardinas en trozos y tiras de pepinillo. Reboza el exterior con sésamo tostado y acompaña con una salsa de soja suave.
Lo mejor de todo es que no hace falta experiencia ni ingredientes raros.
Solo arroz, alga nori (opcional) y una buena conserva. El resto lo pone tu creatividad: cebolla encurtida, aguacate, brotes, wasabi, mayonesa, sésamo…