Porque el tiempo cambia, pero las ganas de comer bien siguen ahí.
En Catalalata creemos que cada día tiene su receta. Hay días en los que el sol lo inunda todo y apetece algo ligero, fresco y con ese toque especial que te transporta al mar. Y hay otros en los que la lluvia invita a encender el horno, quedarse en casa y disfrutar de algo más reconfortante. Para ambos momentos, tenemos propuestas con sabor a mar y tan fáciles como abrir una lata.
Para un día soleado: Navajas en salsa holandesa
La clave de esta receta está en el contraste: la textura tierna de las navajas al natural con una salsa cremosa hecha al momento.
¿Qué necesitas?
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1 lata de navajas al natural
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6 hojas de cogollo de lechuga
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1 huevo
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60 g de mantequilla
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1 cdita de mostaza
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Lima, sal y pimienta
¿Cómo se hace?
Prepara una salsa holandesa exprés derritiendo la mantequilla sin que llegue a hervir. Aparte, bate la yema con mostaza, sal, pimienta y un chorrito de lima. Añade la mantequilla poco a poco hasta que espese. Sirve las hojas de lechuga con las navajas por encima y la salsa justo antes de llevar a la mesa. Un toque de ralladura de lima y listo. Refrescante, sabroso y con muy poco esfuerzo.
Para un día lluvioso: Patatas rellenas con mejillones en escabeche
Una receta para quedarse en casa, encender el horno y dejar que el aroma te abrace. Perfecta para esos días de sofá, manta y mar.
¿Qué necesitas?
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1 lata de mejillones en escabeche
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2 patatas grandes
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4 cucharadas de mayonesa
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Perejil y tus especias favoritas
¿Cómo se hace?
Cuece las patatas con piel, vacíalas con una cuchara y mezcla la pulpa con mayonesa, un poco del escabeche de los mejillones y perejil picado. Rellena las patatas con esta mezcla, añade los mejillones por encima y hornea 10 minutos. Decora con más perejil y una pizca de especias para potenciar el sabor.
Dos ideas, dos estados de ánimo, el mismo mar
Elijas la receta que elijas, lo importante es disfrutar de esos momentos que se quedan contigo. Con nuestras conservas, el sabor del mar está siempre a mano. Llueva o haga sol, Catalalata siempre apetece.
