Dicen que la información es poder, sobre todo, cuando se trata de nuestra alimentación, aunque en ocasiones, son necesarias ciertas claves para poder interpretarla y entenderla.
Esto es lo que suele suceder con las latas de conserva, ¿sabemos realmente interpretar toda la información que contienen? Entre otros aspectos, las empresas deben indicar en el etiquetado la siguiente información:
1. Denominación del producto
Nos da información acerca de las características del producto que estamos adquiriendo: naturaleza, cualidades, composición, etc.
2. Lista de ingredientes
Resulta crucial conocer de manera clara y precisa a partir de qué ha sido elaborado el producto, sobre todo en caso de padecer alguna alergia alimentaria o intolerancia, ya que será en este campo en el que se resalten aquellos ingredientes susceptibles de causarlas.
3. Cantidades
Peso neto: es el peso total del producto, incluido el líquido: aceite, agua, salsas (escabeche, tomate, salsa de vieira…) que dan unas características particulares al producto, y que en ocasiones se consumen con el mismo.
Peso neto escurrido: es el peso del producto sin el líquido de cobertura, sin salsa, etc.
4. Fecha de consumo preferente
Nos informa acerca de hasta cuándo es seguro el producto, además de asegurar que mantiene sus cualidades organolépticas.
5. Información nutricional
Deben incluir una tabla con los valores nutricionales por cada 100 gramos de producto y en ocasiones, también figuran en relación con la porción que haya establecido el fabricante. Como mínimo deben figurar las cantidades de los siguientes nutrientes:
Valor energético: expresado en Kilojulios (kJ) y en Kilocalorías (kcal).
Grasas: Nos informan sobre la cantidad total de grasas presentes, y posteriormente se desglosa qué proporción de ellas consisten en grasas saturadas. Adicionalmente, de manera voluntaria, o siempre que se realice una declaración nutricional al respecto, a continuación, también se mencionarían las cantidades de grasas monoinsaturadas y/o poliinsaturadas.
Hidratos de carbono: Informan sobre la cantidad total de hidratos de carbono, y posteriormente se desglosa qué proporción de ellos consisten en azúcares.
Proteínas: Indica los gramos de proteínas totales que contiene el producto.
Sal: Indica los gramos de sal que contiene el producto.
La normativa de etiquetado pretende estandarizar la información reflejada, para que los consumidores puedan tomar elecciones de compra conscientes, seguras y responsables, y acordes a sus necesidades nutricionales. No olvides leer con detalle toda la información para decidir qué productos se adaptan mejor a tus necesidades y preferencias individuales.