Cada vez más personas se animan a incluir conservas de pescado y marisco en su dieta por su durabilidad, fácil manejo y almacenaje y por los beneficios que nos aportan los productos pesqueros y acuícolas aunque estén en conserva.
Sin embargo muy frecuentemente se desconocen los dos tipos de conservas que hay y las diferencias entre ellas.
En este post os contaremos las principales diferencias entre las conservas y las semiconservas, así que, ¡sigue leyendo!
Diferencias entre conservas y semiconservas
Las conservas son alimentos que se han sometido a tratamientos de conservación y de envasado que permiten que los alimentos se puedan seguir consumiendo durante largo tiempo. La finalidad es poder conservar alimentos que sean perecederos durante muchísimo más tiempo.
Las conservas no tienen fecha de caducidad, aunque sí tienen fecha de consumo preferente. Una vez abiertas tendremos que mantenerlas en refrigeración con su líquido de cobertura un máximo de 4 a 5 días.
La gran diferencia entre la conserva y la semiconserva es que las conservas se someten a tratamientos térmicos muy elevados para luego ser cerrados herméticamente.
Algunos ejemplos de conserva son el bonito del norte, el atún claro o los ,mejillones.
En cambio las semiconservas no se someten a procesos de esterilización, sino a tratamientos que estabilizan por un tiempo el alimento. Las tendremos que guardar en la nevera desde el primer momento y su fecha de caducidad suele estar entre los 3 meses y un año.
Un ejemplo de semiconservas son las anchoillas.
Fotografía de portada: Expo Gourmet Magazine