Cómo os contábamos hace unas semanas hemos estado cocinando nuevas ideas para el camino de Santiago en este 2019.
Pero antes de entrar en detalles contextualicemos; seguro que en alguna ocasión os habréis preguntado… ¿cómo surgió el camino de Santiago? o también… ¿por qué hacer el camino de Santiago?
La respuesta a la primera de las preguntas es simple, tras el descubrimiento del sepulcro del Apóstol Santiago en la actual Santiago de Compostela a principios del siglo IX, el lugar se transformó en destino de peregrinación para millones de europeos durante la Edad Media hasta la actualidad.
Para responder a la segunda de las cuestiones os daremos los motivos que mueven a la mayoría de los peregrinos a ponerse las botas y colgar la mochila al hombro y, tras ello, juzgaréis por vosotros mismos:
- El paisaje y la cultura
- Una búsqueda espiritual
- Re-conexión con uno mismo
- Ganas de una aventura
- Superarse a uno mismo
- Motivos religiosos
- Obtener la Compostela y la Credencial
Os preguntaréis ahora cuales son esas sorpresas de las que hablábamos en el título del post y qué las relaciona con Cata la lata y con las conservas: seremos un poco traviesos y desvelaremos las sorpresas más adelante, pero, el motivo por el cuál estaremos en el Camino de Santiago es simple: porque las conservas de pescado y marisco son el mejor aliado para los mochileros.
Lo hicimos en verano con la campaña “Una lata en cada etapa” y lo volveremos a hacer este otoño, aunque esta vez, en el camino de Santiago Francés.
¡Estad atentos!
Fuentes: cuatrocantones.com y holacamino.com
Fotografía de portada: elespanol.com