El erizo de mar, también llamado ourizo, oricio, angrota o garota, es una delicatessen que puede disfrutarse tanto en crudo, con un chorro de limón o de vino, como cocinado.
Sea como fuere, necesitaremos acceder al coral que alberga el erizo en su interior, esas pequeñas yemas de color naranja o rojizo protegidas por afiladas púas.
Cómo abrir y limpiar un Erizo de mar
Para evitar cualquier tipo de pinchazo se recomienda, ante todo, utilizar un trapo de cocina para manejar el producto.
- Sujetamos el erizo con la boca en la parte superior y, con la ayuda de unas tijeras, cortamos alrededor de la zona central.
- Cuidadosamente, vamos ampliando el tamaño del orificio para acceder a la zona central, la cual normalmente, está llena de líquido.
- Al retirarlo, observaremos adheridas al caparazón las yemas de color naranja cubiertas por una especie de crema de color verde oscuro. Para obtener el coral, usaremos una cucharilla limpiando todo lo que las recubra.
En cuanto a la “cáscara” del erizo podemos desecharla o guardarla para un emplatado creativo y original, pero por lo que respecta a abrir y limpiar el producto, ya habremos terminado.