El mejillón no solo es un molusco delicioso y muy versátil en la cocina, sino que además se ha descubierto que esconde propiedades casi curativas entre sus conchas. Un estudio ha demostrado que el mejillón gallego es una fuente natural de compuestos bioactivos y ácidos grasos Omega 3, los cuales se mantienen durante las diferentes etapas de fabricación de las conservas y llegan al comensal con sus propiedades intactas.
El estudio destaca que el mejillón cultivado en batea puede prevenir enfermedades crónicas y alteraciones en el metabolismo, y se empiezan a estudiar sus efectos anticancerígenos y antimestastásicos.
El mejillón logra mantener todas sus propiedades nutritivas cuando es manipulado para envasarlo en las latas de conserva. La noticia es más que positiva, ya que se trata de un producto con bajo contenido en grasas y alto contenido en proteínas que además es fuente natural de vitaminas y sales minerales. Solo tomando cien gramos de mejillones en lata, se cubre el 100% de la cantidad diaria recomendada de vitamina B12 y más del 50% de la de hierro.