Una de las tapas más tradicionales y repetidas de nuestra gastronomía son las croquetas. Son perfectas para aprovechar carne ya cocinada, o para introducir la verdura a los más pequeños pero ¿sabías que también puedes hacer croquetas caseras con latas de conserva? Es una opción ideal, ya que añadirás un plus de nutrientes, mucho sabor y una textura increíble.
Las posibilidades son infinitas: desde atún, pasando por mejillones en escabeche, pulpo, calamares o berberechos en lata, ¡el único límite es tu imaginación!
El secreto de unas buenas croquetas está en la calidad de sus ingredientes y en la cremosidad de su masa. Para prepararlas haz un sofrito de cebolla picada, añade un poco de harina y deja que cocine sin que llegue a tostarse. A continuación, añade el pescado o marisco en conserva que hayas escogido y mézclalo bien. Vierte la leche sin dejar de remover hasta obtener una masa cremosa y déjala enfriar extendida sobre una bandeja. Cúbrela con film transparente y deja que repose.
Por último dale forma a la masa. Se pueden hacer alargadas o redondas, al gusto del cocinero. Cuando estén listas, pásalas por harina, huevo y pan rallado y fríelas en aceite abundante bien caliente. Escúrrelas con papel absorbente y… ¡a comer!