En 1235 Patrick Walton, un marinero irlandés, naufragó en la costa de la bretaña francesa. Tratando de hacerse con algo de caza, colocó unos postes con unas redes para capturar aves y peces y por puro azar acabó capturando mejillones, que se agarraban a ellas. Observó que estos moluscos crecían fijados a sus aparejos y así descubrió el cultivo del mejillón.
Francia puede apuntarse el tanto de haber descubierto que el mejillón se podía cultivar, pero ningún país del mundo puede presumir de poseer un mejillón mejor que el cultivado y enlatado en Galicia.
Desde 1946, año en el que se fondearon las primeras bateas en Villagarcía de Arosa, Galicia produce un mejillón superior en calidad y sabor gracias a las peculiares características de su mar y de sus rías.
Algunas curiosidades más
- Inicialmente, la mayor parte del mejillón cultivado en Galicia era destinada al Mercado de Barcelona y a la fábrica de conservas Pompeans. Hoy se exporta a todo el mundo.
- La técnica del cultivo del mejillón recibe el nombre de miticultura o mitilicultura.
- El mejillón se alimenta filtrando hasta 8 litros de agua cada hora.
- Galicia genera más de la mitad de la producción mundial de mejillón gracias a que las aguas de las Rías Baixas permiten dos cosechas anuales.