Los minerales y oligoelementos juegan un papel clave en una gran cantidad de procesos metabólicos en el ser humano. Una ingesta deficitaria de algunos de estos elementos puede provocar alteraciones graves en la salud. Las distintas preparaciones de pescados y mariscos en conserva contribuyen significativamente al aporte de minerales, tanto en variedad como en cantidades de algunos de estos elementos.
Prácticamente todos los pescados y mariscos enlatados, y en especial los túnidos aportan unas cantidades muy importantes de selenio; un potente antioxidante al cual se le reconoce, entre otras propiedades, su participación en el adecuado mantenimiento de sistema inmunitario o la protección de las células contra el año oxidativo.
Además, los pescados y moluscos en conserva son una fuente muy interesante de potasio y yodo; elementos esenciales para, entre otras muchas propiedades, el funcionamiento adecuado del sistema nervioso, a la función cognitiva, o al cuidado de la piel.