Es el cultivo industrial del mejillón, una actividad marisquera dirigida por personas sobre unas plataformas de madera fondeadas en aguas costeras llamadas bateas.
Para que lo entendáis mejor, podríamos decir que un miticultor es una especie de “agricultor marítimo”.
En la actualidad, la miticultura es una de las principales actividades económicas en Galicia, especialmente en las rías Baixas.
Evolución histórica en Galicia
Los primeros datos que tenemos en Galicia sobre el cultivo de mejillón datan de 1932, cuando Manuel Otero Moratinos instaló en la ría de Vigo, un cajón de madera semejante a uno que había visto en uno de sus múltiples viajes. La experiencia duró solo unos meses y no prosperó.
El segundo intento fue en 1946, cuando Ozores Saavedra, propietario de un vivero de moluscos en Vilagarcía de Arousa en el que llevaba ya tiempo intentando cultivar mejillones en empalizadas, hizo construir la primera batea gallega, con un único flotador de madera sobre lo que sujetó un entramado de tablas de las que colgaban las cuerdas.
En esta ocasión, el proyecto fue todo un éxito y al año siguiente ya tenía 10 bateas instaladas en la ría de Vilagarcía de Arousa. Hoy, tenemos conocimiento de unas 3.500 bateas registradas en las rías gallegas.
