Las latas de conservas son muy resistentes y no requieren refrigeración. Pero aunque es cierto que soportan sin esfuerzo lo que otros alimentos no aguantan, también ellas requieren de cuidados y atenciones.
Las conservas de pescado y marisco especifican la fecha de consumo preferente (recomendación) y no la de caducidad concreta, (prohibición)
Por eso vamos a dar unos pequeños consejos sobre su adecuado uso y almacenamiento:
- Guarda las conservas en lugares frescos y secos. Evitar la cercanía con fuentes de calor, como un mueble contiguo al horno. Evita la luz solar directamente sobre ellas, más especialmente para las conservas de pescado en vidrio. Y recuerda: las semiconservas se guardan siempre en el refrigerador.
- Si abres una conserva y no la consumes completamente, recomendamos transvasar el producto -incluyendo su aceite o jugo- a otro recipiente de vidrio con tapa. Mantenlo en el frigorífico y consúmelo preferiblemente antes de 24 horas.
- No compres ni consumas latas que presenten abolladuras, con oxidación, abombadas, o que no informen de la fecha de consumo preferente. Un producto que no informa de la duración estimada de su vida útil no es un producto seguro
- Consume antes las conservas que llevan más tiempo en casa. Como medida de buena gestión de tu despensa es aconsejable no alargar el consumo más allá de la fecha de consumo preferente. Aunque no haya riesgos para la salud, quizás su calidad pueda no ser tan óptima. Convierte en un hábito colocar en tu despensa las conservas más antiguas delante de las más nuevas.
- Las conservas están expuestas a suciedad y a la manipulación en los lineales de las tiendas, especialmente aquellas que no vienen con un packaging exterior. Lávalas todas antes de consumirlas.
Como ves las conservas de pescado y marisco no son “inmortales”. Su vida útil ronda los 5 ó 6 años si utilizan aceite y 4 años las denominadas “al natural”. Así que un último consejo: adquiere productos enlatados de calidad y consúmelos antes de que se sobrepasase la fecha de consumo preferente.
